sábado, mayo 29, 2010


Santa Teresa

UNO VUELVE SIEMPRE.......

Pocos lugares me causan tanta nostalgia como la localidad de Santa Teresa (Pcia de Santa Fe)
Es allí donde está enterrado mi abuelo y donde nació mi padre. Es allí donde aprendí a querer al tren, porque de pequeño, iba a visitar a una tía cuyo marido, era empleado del ferrocarril.
Vivía en una casa de la empresa y muy cerca estaba el cabin (sitio desde donde el operador, baja o subia las barreras y tambien desde donde operaba los cambios de vías etc).
Esa construcción está aún alli. Alguien la ha identificado como un museo del tren: pero luce abandonada y antigua.
Cerca aún está la casa, donde pasé algunas vacaciones con mis tios. Tambien demuestra el paso del tiempo. Tiene un habitante con el cuál hable y me contó que vive alli porque le da alojamiento la comuna del lugar.
Mas lejos: la estación ferroviaria. Ahora sin movimiento casi....añorando los años donde poblada
de gente que llegaba o se iba, aguardaba a cada tren, casi tanto como mi sorpresa al ver llegar o irse aquellos bólidos de hierro.
Pasé con mi familia por el cementerio, recorri el Club Olimpia-donde jugó al futbol mi padre-aproveche para visitar a un amigo bancario que vive allí y me volví varias veces, para volver a ver ese lugar casi abandonado: el del tren.
Me ví como aquel muchachito que sacaba la bicicleta para pasear por la vereda hasta la estación, el que habia conseguido un puesto de observación -parado sobre dos vias viejas enterradas en el piso con un durmiente que las cruzaba- donde tenia platea preferencial para ver el paso del tren.
Me ví subiendo al cabin para pararme al lado del hombre que lo operaba.
Ha pasado demasiado tiempo es cierto, pero Santa Teresa (Provincia de Santa Fe), tiene mucho que ver con mi infancia, con mi gente, con mi padre que ya no está y con mis hijos, que han heredado el amor entrañable por aquello que les contaba su abuelo, acerca del pueblo donde nació.
Fue una tarde de paseo, de esas que le hacen bien al espíritu, de las que nos hacen volver una y otra vez a nuestra raíces.
Al fin y al cabo, y como dice una vieja canción: uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas......
Aunque para mí, el viejo pueblo estará siempre presente. Siempre.