DROGA: ¿QUE ES ESO?
Escribe José A.Bocca.
A partir de las manifestaciones de
. Munición gruesa.
Le tiraron a
Como era de esperar, en nuestra ciudad, ni una sola voz se alzó. Nadie se inmutó. Como si el problema no existiera
.
. El problema.
Y claro que existe. ¿ Alguien ignora que no pocos chicos de familias villenses, luchan contra la adicción en centros de rehabilitación ? ¿ Es exagerado decir que nos están asesinando impunemente, a chicos y no tan chicos que no pueden ni podrán insertarse útilmente en la sociedad ? ¿ Hay miedo o conjura del silencio en todos nosotros ?
Mirá-me decía un hombre de esta ciudad- será así, pero a mi no me consta. Muy bien. A los que prefieren mirar sin ver, les pido que hagan una simple prueba: busquen a un adolescente de 15 o 16 años, denle un lápiz y un papel y pídanle que anote direcciones donde se vende muerte en forma de porro, paco o lo que sea. Se van a llevar una gran sorpresa. Eso mismo que saben los muchachos ¿Lo ignoramos los mayores ?. A todos nos comprende las generales de
. ¿Y entonces ?
El poder político acusa y descree de la jueza y su sinceridad, la policía se defiende, la justicia-salvo honrosas excepciones- se escuda en falta de infraestructura y presupuestos, y no pocos legisladores-salvo algunos claro- miran para otro lado. Mientras tanto el hombre común, acusa indefensión y miedo
.
¿ Donde nos lleva este camino ?. Seguramente a que muy pocos se hagan ricos con la venta de muerte, a que sus cómplices compartan las migajas del negocio amparados en la impunidad y a que un ejercito de tipos que sin conciencia de la realidad que los circunda, caminen hablando solos y esperen placidamente quien sabe que cosa, acaso
En ese contexto, Rafael Gutierrez, el Presidente de
. Sin salida.
Sigue la ronda de acusaciones. Y los mercaderes de la droga, mientras tanto, continúan matando a nuestros pibes. Pero como el flagelo es mundial, a nadie se le mueve un pelo, aún considerando que mal de muchos
.
Al fin, resulta tan o mas revulsiva la gran conjura de silencio y el proceder cómplice, que los graves daños que la droga provoca en cada consumidor.
Porque si de algo no hay duda, es que la expansión del flagelo, encuentra su caldo de cultivo primordialmente, en la defección moral de la sociedad actual. De otra forma no se explica entre otras cosas, tanto silencio. Aún de aquellos que en otros temas, se explayan con gran enjundia, alardeando además de sus profundos conocimientos.
Hoy por hoy, no se ve la luz al final del túnel. Y este no es un mensaje alarmista, solo pretende ser ajustado a
Es hora, sin duda, que cada uno asuma el papel que le corresponde.
O seguiremos como hasta ahora, perdiendo la batalla por goleada. Solo que no es un juego
los resultados se cuentan, con vidas destrozadas.
NOTA: Este artículo fue publicado en 20/06/2006 en Semanario El Sur, de Villa Constitución.
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