martes, mayo 24, 2011

Mienten con tanto desparpajo y con tanta naturalidad.

Tanta pero tanta mentira.... 


Julio Grondona le agregó un capítulo a su cruce con Maradona, quien días atrás insinuó que los jugadores argentinos fueron dopados para jugar el repechaje del Mundial 1994. "Evité el control porque no sabía lo que tomaban o dejaban de tomar", apuntó y agregó con acento paternal : " EL ANTIDOPING  NO SE HIZO CONTRA AUSTRALIA PARA CUIDAR A MARADONA... "


El futbol no es una isla. El manejo de la AFA es el mismo que existe en innumerables organizaciones sindicales y políticas argentinas. Gente dispuesta a seguir mamando de la teta de la vaca por dinero y sobre todo por: poder. Para eso es preciso eternizarse en los cargos y rodearse de chupamedias y alcahuetes que por lo general con su obsecuencia, gozan de las sobras del festín. Y así son felices ellos también
Esta semana, Diego Maradona dijo que los jugadores de aquellos recordados partidos de la eliminatoria del Mundial 1994 - dos partidos contra Australia- tomaron "un café rápido" o sea estimulante o sea doping.
El inefable Julio Humberto Grondona-mandamás eterno de la AFA- trato de explicar el tema, le dió vueltas a la respuesta y termino por confirmar que ellos sabian que había doping en el medio y por eso: suprimieron los controles antidoping en esos partidos.
Los mismos metodos de siempre: desmentir que hay sobornos en el arbitraje (con una actitud canchera y sobradora), que el grupo de dirigentes que eligen son los mismos que reciben "ayudas·" para las finanzas de sus clubes y que ponerse en contra del "poder constituido" significa pasar a ser rapidamente enemigo y tantas cosas mas....
Esto del futbol, que no solo provoca asco sino que da pena, se extiende y retroalimente a lo largo y lo ancho de todas las actividades del país.
¿Que es demasiado escepticismo? Puede ser: hemos visto demasiados dobles discursos...
La realidad es que hemos descendido demasiados escalones en la escala de valores que sustentan no solo la personalidad sino además lo que somos como sociedad.
Ante lo que pasa, uno puede ver el estiercol en el piso y saltar para no pisarlo, apurarse y escapar caminando para otro lado. Y luego decir que el estiercol no existe. Esto es aceptar la mentira y la hipocrecia como metodo de vida.
Otra actitud es asumir que existe y decirlo. Para que quien quiera oir que oiga.
Callarse es ser cómplice de mentirosos y corruptos. Y terminar siendo lo mismo.
Aunque en el discurso, cada día, esos "ejemplares" que sobrevuelan nuestra realidad, traten de explicarnos lo que no es y lo equivocado que estamos al pensar, lo que la razón nos dice que es acertado.