HORROR: Viaje a ningún lugar...
En el año 1975, era un estudiante de Ciencias Económicas, que viajaba por la tarde, diariamente a San Nicolás (Prov.Bs.As.). Habia terminado el ciclo secundario en 1974, en Villa Constitución (Prov. Sta Fe), lugar donde aún vivo.
El 20 de marzo de 1975 (como a todos los habitantes de nuestra localidad y como hijo de un trabajador metalúrgico en particular), me había marcado.
Desapariciones, secuestros con ingresos intempestivos a viviendas y muertes, eran cosa de todos los días. El: “ Sabés que anoche unos encapuchados se llevaron de su casa a fulano por la fuerza”, nos hacia convivir con el temor y la barbarie, a cada instante.
Era-recuerdo- levantarse y preguntarse morbosamente ¿A quien le habrá tocado hoy ?
El 28 de Julio de 1975, después de las 18 hs., levanté unas carpetas, cargue mi DNI (infaltable a la hora de salir) y caminé las cinco cuadras que me separaban de la parada de ómnibus, en calle San Martín y San Juan.
Minutos después, abordé el mismo. En un asiento observé una cara conocida, que miraba por la ventanilla absorta, con grandes anteojos oscuros.
Diana Chaparro. Así se llamaba y se llama. Ambos habíamos terminado el secundario en la escuela comercial villense, el año anterior.
Me senté junto a ella, se quitó los anteojos y tenia la cara transformada, los ojos hinchados y una tristeza profunda.
Recordé que su hermano (Jorge Chaparro), estaba desaparecido. Que había sido delegado gremial y que había renunciado de Acindar S.A., para comprar 3 colectivos junto a su papá y su hermano para llevar personal obrero, desde los barrios a la empresa.
Cuando la fábrica fue tomada-indague días mas tarde- los Chaparro en un acto de servicio, transportaban a los familiares que les llevaban alimentos a los empleados que habian ocupado en señal de protesta, las instalaciones de Acindar S.A.
La joven empresa de transporte, estaba a nombre de Jorge. Eso acaso: le costó la vida.
El rostro de Diana era de espanto….hacia 7 u 8 horas que viajaba en el colectivo de línea como una autómata: de Rosario a San Nicolás (50 Km.de distancia)…ida y vuelta, una y otra vez..
“Encontraron a mi hermano-balbuceó- nos avisaron esta mañana, tirado en una zanja, a orillas de un campo…por un camino que va a Theobald (localidad cercana), tenia tiros-continuó- el cuerpo estaba ya descompuesto…..”. Y rompió otra vez, a llorar.
“Mi casa es un caos, yo no se que hago-decia entre lágrimas- ni que haré…”
Me sentí impotente, sin encontrar palabras para mitigar semejante dolor. El viaje de 15 minutos, pareció durar una eternidad. Diana no habló.
Hasta que el ómnibus, llegó a la Terminal de San Nicolás. Diana, se despidió casi susurrando: “ No te preocupes, se me pasará….algún día, se me pasará ”.
Y volvió al mutismo, con la mirada triste y fija en la ventanilla. El micro partió otra vez y Diana continuó con su viaje a ninguna parte. Otra vez llegaría a Rosario y otra vez volvería a San Nicolás….
Ese día, los villenses-entendí-nos estabamos acostumbrando a convivir con el horror.
Para mí, esa experiencia, con una persona conocida, fue la que me dio la exacta dimensión de lo que ocurría y me conmocionó. Tanto, que varias veces en el transcurso de los años, volví a hablar con Diana: que se casó, tuvo hijos, recuperó ese humor que siempre la distinguió siendo alumna en la secundaria, pero nunca me permití volver a recordarle, lo sucedido aquel día.
Fue-analizo hoy con los años-un episodio de dolor, que en aquel tiempo era moneda corriente, en una pequeña ciudad del sur santafesino.
Los años venideros, nos demostraron a los argentinos, que existía aún más espanto y barbarie, por vivir.
Pero el viaje sin rumbo, de una persona desesperada como observé, aquel 28 de Julio de 1975, aun me parece, que sucedió ayer.
Será acaso por aquello de que, el recuerdo del horror no tiene fin.
El dolor, tampoco.
Jamás
Nota: Esta vivencia real, se envió a historias que publica el Diario Clarin en el segmento "Pueblo a Pueblo". Esto me paso y creí que debia conocerse. Fue una anecdota triste, entre tantas otras, de aquellos tristes dias de horror y dolor.
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