Periodista: -¿Qué tan grande es esta crisis con respecto a otras?
Paul Krugman: Es enorme. Estoy preocupado. Los economistas que piensan que es un fenómeno interesante, son como
aquellos médicos que dicen "que hermoso tumor" Sin
adecuadas políticas económicas, todo puede ser peor
a la crisis del año 1930
(Paul Krugman fue premiado hace algunos días, con el Premio Nóbel
de Economía)
¿Es mejor no saber...?
Hace casi noventa días, luego de salir de hacer mi programa de radio y al ingresar a un comercio de la ciudad, un hombre con suma amabilidad pero contundente, me comentó: " Ud insiste demasiado con la crisis financiera en su programa y sabe...eso cansa porque el problema es de los yankis y ellos lo van a sufrir, a mí- me remarcó- nada de los que les pase, me importa.", me saludó y se fue. Recordé casi al instante que tres días antes, nuestra presidente en el marco de su disertación en la O.N.U., había esbozado un discurso elaborado con matices de reprimenda e ironía, bautizando los efectos de la crisis como efecto Jazz y alabando la fortaleza de la economía de nuestro país.
. Nadie a salvo
Aquella verba encendida desde el atril, mas los consabidos comentarios de quienes o no saben o interesadamente siempre, le otorgan veracidad a lo que escuchan (sobre todo si el que habla es el que manda), habían logrado el objetivo: no preocupar, seguir con la efímera intención de que creer que vivir en el limbo, es algo que siempre beneficia a los gobernados y hace sentir mejor a los gobernantes. Como si el conocimiento y el remedio, fueran solo patrimonio de un grupo de elite, que siempre maneja la mejor información y está convencido de saberse empapado, en los problemas que afectan al soberano.
¡ Malas noticias !: la profundidad de la crisis llego para quedarse un buen tiempo (ni los mas avezados economistas saben a ciencia cierta hoy, cuanto durará) afectando a todos los países del orbe. También a los emergentes como el nuestro (que siempre está emergiendo pero nunca saca la cabeza a flote). Bemoles de la globalización, producto de juegos financieros de pocos en detrimento de todo el resto.
. Estamos en el mundo.
Para nuestra desazón, como en toda crisis, los coletazos no se hicieron ni se hacen esperar. Hay caída no solo de horas extras en las empresas, sino anticipo de vacaciones, no renovación de contratos en otras y hasta declaración de concurso de acreedores. Sin contar la situación latente de General Motors (donde también trabajan villenses). Esto en mayor o menor medida se da, en nuestra zona y en todo el país, con similares características. El gobierno nacional y como acto reflejo de lo que pasa en el mundo, está intentando inyectar dinero para evitar una declinación en la actividad económica (créditos al consumo, para compra de autos etc.), y hasta un controvertido y polémico blanqueo de capitales.. A ciencia cierta, todo entraña mas una expresión de deseo de atenuar los males, que la certeza de lograrlo .La improvisación y el apuro en algunas de ellas, abren un interrogante sobre su incidencia en la economía real.
. Los números
En economía como en algunas otras cosas, los números que se muestran y los que se omiten, inducen al razonamiento que sobrevendrá a posteriori. Aún así, no es menos cierto que sin aburrir al lector, algunas cifras muestran no solo la realidad, sino que nos posicionan frente al futuro.
Argentina ha crecido los últimos cinco años a una tasa del 8% y cerrara este 2008 con una tasa positiva inferior . Para el 2009 se evalúa un crecimiento de la mitad (el gobierno) y menos (solo un 2% con viento a favor) los menos optimistas. Adviértase el freno que esto significa. Agregado a ello, es muy importante conocer que el precio de las exportaciones y la cantidad de las mismas, (industriales y agropecuarias) ha bajado significativamente con la incidencia que ello tiene, en el ingreso de divisas al país y en la preciada joya que custodia el Ministerio de Economía, como es el superávit fiscal.
Tampoco es desdeñable apuntar que el país, debe asumir el 2009, unos 9.000 millones de dólares de deuda externa, apuntando también que por cada 10 centavos que aumenta el dólar, Argentina necesita 700 millones adicionales de dólares, para cancelar sus compromisos. Y que la fuga de divisas del país ha sido considerable en los últimos meses: mas de 20.000 mil millones de dólares.
. ¿Y entonces?
Será un año difícil el que comienza. Con situaciones complejas pero no imposibles de revertir. Hace falta para ello, templanza y un horizonte claro. Se precisa que quienes conducen, actúen como estadistas, que la oposición sea capaz de conformar una alternativa superadora y que los unos y los otros tengan la madurez como para advertir la diferencia entre una situación cualquiera y la preocupante de este momento. De todo eso depende-nada menos- nuestro destino, el trabajo, la tranquilidad social, la derrota del hambre y la miseria en un país que aún tiene uno de cada tres argentinos en situación de pobreza y muchísimos otros, en la indigencia mas oprobiosa.
. Un sueño
¿Es mucho pedir? Ojala no, aunque creo que sí. Pero déjeme alejar por un momento de las cifras y le propongo que pongamos todo eso que queremos en el árbol de Navidad. Soñemos juntos: que saldremos adelante, que algún día tendremos dirigentes capacitados para conducir en todos los niveles y ciudadanos dispuestos a controlarlos sin dejarles pasar una, que nadie usará la función pública para beneficiar a sus amigos, que florecerá el diálogo y los corruptos irán preso, que la justicia se pondrá los pantalones largos y los poderes del estado serán independientes en serio.........
Por ahí quien le dice que algo de eso se cumple en 2009. Hagamos votos. Tratemos siempre de saber de que se trata y actuemos en consecuencia: aunque a veces hastiados y solo por un instante , uno le dé la derecha al ¡ Mejor no saber ! (ese, del oyente de radio)
* Este artículo fue publicado en Semanario El Sur (edición del día 19/12/2008)
José A.Bocca
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