Sin solución
Escribe: José A.Bocca
Hay momentos en la vida de una ciudad (en rigor sirve para aplicar a cualquier conglomerado urbano organizado), en que pareciera que todos los males que la aquejan, estallaran de golpe. ¿ Será por obra y gracia de la casualidad o algún designio divino? A poco que uno haga un análisis somero de la realidad, entenderá lo que realmente acontece.
Podrá razonar que ocurre, precisamente cuando una ciudad-como Villa Constitución- no ha logrado solucionar completamente ninguno de los problemas que padece hace años. La casualidad es obvio, nada tiene que ver con esto. Mucho menos, alguna elucubración maléfica dirigida desde las sombras. Sus causas están mas cerca de las defecciones humanas parientas de la desidia, el egoísmo partidista y la incapacidad de ver mas allá, de las propias narices.
Lo cierto es que en el hombre común, uno advierte una sensación de agobio y frustración, a poco que profundiza el diálogo. Hay sin duda, no pocos elementos, que le dan la razón.
Trae por cierto, la mochilla llena de promesas incumplidas. Hace casi 15 años que escucha que
Entonces piensa en el Puerto villense y ha escuchado históricamente acusaciones, desmentidos, marchas y contramarchas y ha visto que cada uno se ha preocupado mas por salvar la ropa, que por intentar que el puerto se ponga de pié y camine . y no lo ve reactivarse, prefiere pasar a otro tema
Y cae en las obras también necesarias, prometidas y demoradas del saneamiento del A. Pavón: que empiezan, que empezaron, que empezarán pero la contaminación que afecta a una gran parte de la población: sigue ahí. Como hace tanto tiempo.
Sigue enumerando. Le preocupa el tema del Agua que bebe la ciudad con altos niveles de nitratos y el desconsuelo lo invade cuando la realidad le indica que si tiene dinero en el bolsillo, puede comprar y tomar agua envasada y sino concurrir a las pocas canillas públicas que tiene en la ciudad y de lo contrario, seguir tomando el agua como hasta ahora: y que Dios lo ayude. De poco sirve que le digan que muchas localidades del sur provincial tienen el mismo problema o que el proyecto de
Ve el grave problema del tránsito: hace un mea culpa por la forma en que manejan los villenses pero también sabe que no hay política vial, que es imposible controlar nada con 3 inspectores municipales por turno y lo acongoja aún mas entender porque una localidad como Pavón proyectó e hizo rapidamente una bicisenda entre el pueblo y Empalme V.C. y nuestra ciudad, hace meses que habla de extender la bicisenda y aún estamos en veremos. Y para colmo de males el camino que iba a vincular
Y es mucho para el pobre tipo que también, tiene no pocos problemas si quiere viajar a San Nicolás por ej dado que no tiene una línea de colectivos que lo lleve, o escucha mil voces en torno a la posible radicación de una Planta de Clorosoda y ni que decir si piensa en los Tribunales locales al borde del colapso judicial y sus jueces severamente cuestionados por casos irresueltos o en las falencias del Hospital local cuyo destino aún permanece en una nebulosa.
Y elige no pensar. Refugiarse en si mismo y en los suyos. Se afilia a la indiferencia porque a esta altura del razonamiento, el stress lo pone a mil
Y allí elige mal. Porque si el hombre común, no pide, no reclama, no se enoja, no participa . los males ciudadanos seguirán irresueltos y la realidad se tornará en irrespirable.
Muchos de los temas apuntados nos estallan cotidianamente. Algunos se olvidan transitoriamente pero vuelven a aparecer . Caminando por el Puerto, vemos que no trabaja, si un bebe se nos enferma comprobamos que Neonatología local no funciona, si abrimos un diario, comprobamos que otro muerto nos costo el caótico transito local, si vemos en la calle a Cairo o a Lagos (entre tantos otros) recordamos que sus pedidos de justicia siguen sin tener respuesta. Y así sigue la cuenta.
Al mejor estilo de la burocracia, Villa Constitución eligió no resolver sus problemas más acuciantes, que es lo mismo que no elegir su destino, no definir su perfil de cara al futuro y vivir enfrascada en la polémica perpetua.
Si el célebre pensador español Jose Ortega y Gasset viviera y pasara por aquí, nos diría exactamente lo que dijo en una conferencia en
Casi seguro, como los argentinos no lo escuchamos aquella vez, hoy los villenses-en su mayoria- tampoco lo escucharíamos.
Acaso, porque preferimos envidiar el crecimiento ajeno, pero no imitarlo. Y seguir jugando el juego chico del egoísmo y la hipocresía.
¿ Faltará mucho, para un cambio de actitud ?
NOTA: Este artículo fue publicado en Semanario El Sur de Villa Constitución, en la edición del 21/04/2006
José A.Bocca
Regístrate en el nuevo Windows Live Messenger beta. ¡Haz click aquí!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario