
LA VIDA
Ayer, un horno de la aceria que Acindar S.A. tiene en Villa Constitución,explotó. Ocho personas (entre obreros de empresas contratistas y personal de planta)fueron afectados. Dos - a esta hora- pelean por sus vidas en un sanatorio de la ciudad de Rosario (Pcia de Santa fe). Estaban realizando tareas, cuatro horas despues de que el horno había sido detenido. Aun conservaba una temperatura muy alta. En años anteriores, esa tarea-nos dicen-se hacian recien 24 horas luego de detenido el horno: ya sin temperatura. Ahora, por varias razones pero sobre todo para terminar antes la reparación y reiniciar antes la producción, se trabaja con nuevos metodos, que ayer probaron ser nada eficientes.
"Hecho lamentable", "la seguridad es siempre prioritaria", "tareas de rutina", "estandares internacionales", "investigación hasta las ultimas consecuencias": frases, palabras para salvar la ropa, el cargo y el depósito de fin de mes en la cuenta corrientes. Nada más.
Los antes, los riezgos, las imprevisiones y los apuros por producir, suelen pagarse-cuando ocurren hechos como el de ayer- con VIDAS.
No sirven las palabras, los discursos de ocasión, los alegatos ni las explicaciones: LA VIDA, no tiene precio. Vale mucho mas, que las promesas o mejores remuneraciones o lo que sea.
Y si la vedette de esta hora en el mundo, es producir más con menores costos y en el menor tiempo posible, inexorable pero ciertamente-contrariamente a los bien aprendidos pretextos- nos parece, que la seguridad se convierte en un mito y la muerte en un hecho altamente probable.
¿Suena a diatriba anti-sistema? Acaso lo sea, mientras algunos digan que lo sucedido esta siempre latente en procesos industriales, otros hagan de la seguridad un caballito de batalla y el pobre tipo-siempre victima- para ganarse el pan, ponga en juego lo mas preciado que tiene: SU VIDA.
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