martes, octubre 05, 2010


LA CLASE MEDIA HA RETROCEDIDO.



Por estos días se ha publicado una investigación realizada por dos economistas de la Universidad de San Andrés, Walter Sosa Escudero y Sergio Petralia. Según el trabajo, en los últimos 35 años se advierte un retroceso de la clase media argentina y un aumento de la pobreza.

En 1974 (año más lejano del que se disponen datos), el 82,6 % de la población argentina era de clase media, y sólo el 7,1 % era pobre. En 2006 (el último año que se consideró), los sectores de ingresos medios suponían el 58 %, y los de bajos ingresos, el 32 %.



Esto habla sin duda, de un formidable retroceso de la clase media argentina y un sensible y sostenido aumento de la pobreza.



Los números son mas contundentes que toda la dialéctica partidista polìtica según la cual, "jamás estuvimos mejor que cuando gobernó el partido al cuál pertenezco".

Los números al fin explican desaciertos recurrentes y políticas erráticas que han azotado a la Argentina con la fuerza brutal de un huracán.

Las cifras dicen, que la pobreza ha llegado para quedarse y ese es, uno de los motivos fundamentales del fuerte crecimiento de sectores marginales de escasos recursos y crecimiento ostensible de asentamientos irregulares en torno a las ciudades, que subsisten

con ayuda social y trabajo salteado.

Esta situación no es mas que la característica distintiva de países sub-desarrolados, donde las grandes diferencias sociales son percibidas claramente.

Lamentablemente demasiada información oficial confiable no existe, producto de los manejos poco claros que sufrió el  INDEC, en los últimos años.

No obstante hay un razonamiento que por primario, no deja de ser contundente: si el país-luego de la última crisis mundial- vuelve a crecer a tasas chinas y si la redistribución del ingreso sigue siendo una materia pendiente: son muy pocos los que continúan acumulando ganancias y muchos otros los que siguen transitando el camino de las carencias cuando no de la indigencia.

Todo esto, a despecho de una sociedad que no pocas veces, prefiere mirar para otro lado o dirigentes que minimizan el crecimiento de las villas de emergencia. Y prefieren pasar lejos de ellas. Como si no existieran.





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