viernes, diciembre 17, 2010

DE VEZ EN CUANDO.....decir la verdad no está mal.

El problema de la vivienda en la Argentina es no solo preocupante sino alarmante.
Con el tema de las tomas de terrenos en varios lugares del país, hemos asistido esta semana a un hecho que debió haber sido evaluado y previsto.
Tuvo que costar (4) victimas-algunos dicen (3)- para que el tema les estallara a los políticos que hemos sabido conseguir, para que entonces, cada uno (y sus respectivos sectores y seguidores) tratara de pasarle la responsabilidad al otro. Esta es una práctica que de antaño nos caracteriza: esperar que un tema haga eclosión para entonces adoptar la táctica de echarle la culpa al otro sector y por supuesto, con lentitud y poca imaginación, buscar las soluciones-que casi nunca son tales-y que con el tiempo se convierten en meros paliativos
Unos acusados de xenóbos y racistas, otros de soberbios....y en el medio, las necesidades de la gente.
Nadie con buen tino, es capaz de admitir que es espeluznante la forma en que han crecido- y crecen- los asentamientos marginales en la Argentina. Cada día, las villas de emergencia-sobre todo en torno a las grandes ciudades- albergan a mas gente.
Hacinados, sin servicios, viviendo en condiciones casi infrahumanas y ahora...con el aditamento del control que ejerce el narcotráfico, dentro de las mismas.
Por ej., lo que se llama Villa 9 en Buenos Aires, es una enorme conglemerado, donde los narcos protejen a quienes venden la mercancia, paseandose tranquilamente con itakas y armas cortas. Ahi la policia no ingresa.
Ese fenómeno, se acrecienta cada día.
Hay padrinazgos...pero de eso no se habla.
Ahi también vive gente trabajadora que aspira a tener su vivienda.
No es echandose la culpa entre macristas y kirchneristas como se encontrará una solución duradera.
Pero el rédido político es mas fuerte: en realidad todos dicen que piensan en la gente pero solo piensan en los votos de la gente. Es una pequeña gran diferencia.
En las provincias no es menos preocupante el tema: en Santa Fe solamente, se estima que unas 200 mil familias no tienen vivienda.
Este problema del techo, a la larga se hace gravision, como todos los problemas sociales irresueltos.
La política debe imaginar soluciones porque aún cuando es cierto que ni Macri ni los Kirchner crearon el formidable ejercito de pobres que desde los años 90 para acá no ha dejado de crecer (viendo tambien el poco edificante espectáculo de algunos funcionarios que habiendo pertenecido a aquellos gobiernos privatizadores y empobrecedores, hoy se razgan las vestiduras por los poderes de turno), no pueden sacarse el lazo de encima: ahora ellos gobiernan y su responsablidad es innegable.
Tambien se constituye en un condimento más, la inmigración de países vecinos. El compromiso asumido en el Mercosur entre los países miembros es además un compromiso solidario de fronteras abiertas, pero debío haberse previsto que hacer con gente que humanitaria y logicamente, huyendo de malas condiciones de vida en sus países de origen, ua vez llegados a nuestro país, logicamente en algún momento reclaman su vivienda, educación y salud, entre otros servicios básicos esenciales.
El tema es complejo. Y ya se ha tornado grave.
Una vez más (como cada cosa desde que tenemos memoria) hemos dejado que la bomba nos estallara en las manos. Eso sí:, acorde a la mejor usansa argentina, con el cuerpo de los muertos aún caliente dentro del desconcierto general, los parlanchines de turno, han hecho un alto... para culpar al otro.
Acorde a nuestras mejores tradiciones.
La vivienda en la Argentina es un item de gravedad extrema: pero mientras se pudo esconder bajo la alfombra, parece que mucha gente vivió tranquila. Hasta que el tema empezo a perturbarla, como la inseguridad por ej.
El año venidero es año de elecciones a todo nivel. Ya veremos cuantas soluciones mágicas aparecerán y cuantas con el correr del tiempo, se olvidarán.
Hasta el proximo estallido...que ojalá no se produzca nunca jamás.
Es triste y doloroso comprobar como desde lo económico, hay ciudadanos de primera y de segunda. Como aún nos anima-como sociedad- la soberbia de pensar que porque algunos tuvimos una educación que nos hizo privilegiar el techo propio antes que nada, otros no tuvieron esa suerte y encima fueron y son usados por los vivillos de turno que les prometen el oro y el moro, a cambio de apoyo electoral.
La realidad Argentina se ha mezclado: Los mismos que lanzan proclamas y discursos antisonantes, no pueden explicar por ej. como en un país que ha crecido en los últimos 8 años a una tasa superior al 8% anual,  la exclusión no cesa y las villas crecen en su población. ¿ Que siempre son los mismos los que ganan y los mismos los que pierden ? Cierto. ¿ Que la redistribución del ingreso es un eufemismo? Cierto.
Si la mayor actividad económica y el crecimiento no sirve para sacar de la pobreza extrema a  quienes menos tienen ¿ Para que sirve?: para que ganen más, los de siempre. 
Alguna vez hay que pasar todo en limpio. Aunque duela. Los que no tenemos ninguna camiseta partidaria que nos condiciona, aún podemos hacerlo. Cada día.
Y por si las moscas, es bueno aclarar que la  libertad de expresión para la prensa, no es un derecho que graciosamente nos han otorgado. Es inherente a la profesión del periodista. Por eso la utilizamos y valoramos.

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